Hola, gracias por venir a leer mi blog. Quiero compartir contigo mi historia desde cuando vine a vivir a los Estados Unidos con una discapacidad fisica y como Dios ha sido mi Fortaleza a travez de todo lo que he pasado. El ha sido fiel. Espero que las lecciones que he aprendido en mi camino te inspiren y ayuden a vivir “Dia tras Dia” en tu camino.

2 de junio de 2010

La Galería

El centro comercial donde solía ir se llamaba “La Galería”. Yo pasé varias tardes allí después de esa primera vez de la que estaba contando en mi última publicación. Solíamos ir allí a comer cuando no íbamos a visitar a la familia de Vic. Viviendo todavía en el motel, descubrimos que la comida en el área de comida era de mejor calidad, tenía más opciones y era más económica que la comida original para llevar que habíamos estado comiendo, ese era ahora nuestro lugar para comer. Si algo recordamos con cariño como un platillo que no hemos comido desde que salimos de Nueva York es “Pollo a la Bourbon” del Bourbon Café. Ellos cortaban el pollo en cubos pequeños, marinados en bourbon (whiskey) y cocinados en la parrilla. ¡Eran deliciosos! Y eran bastante inteligentes para atraer a la clientela. Ponían a una persona con una bandeja de este pollo maravilloso con palitos de dientes y se paraba en el corredor delante de los mostradores de comida por donde la gente pasaba mirando para ver que comida vendían y les regalaban muestras gratis. Una vez que lo probaban, eran atrapados y sabían exactamente que comerían esa noche. En todos los viajes que hemos hecho a través de los Estados Unidos, no hemos encontrado este pollo de nuevo, en ningún lugar. Sería bueno regresar un día ¡sólo para probarlo otra vez!

En otra tarde en que me quedé en La Galería, Vic y yo nos íbamos a encontrar en un lugar llamado Auntie Anne’s (De la tía Ana), allí preparaban pretzels frescos delante tuyo. Así que íbamos a comer un pretzel allí pero como la tienda era un mostrador, no tenia sillas disponibles para sentarse a comer temporalmente siquiera, así que Vic me llevó a las bancas para el público que tenían en La Galería para cualquiera que quisiera descansar, para así poder tener las manos libres para recoger nuestro pedido.  El se fue a la tienda a recoger nuestra orden y yo me quede esperando en las bancas. De repente, de la nada, un hombre apareció y se sentó en una de las bancas y me preguntó si me podía ayudar. Esto no tenía sentido porque yo no estaba haciendo nada como para necesitar ayuda. Simplemente estaba allí esperando a Vic. Así es que le dije: “no gracias”, no dándole ninguna importancia a la situación. Y añadí: “ahí está viniendo mi esposo” y miré en la dirección en que Vic venía con los pretzels y una bebida. Apenas el hombre vio a Vic que venía, desapareció más rápido de lo que apareció. Vic estaba muy intranquilo porque el percibió peligro cuando vio a este hombre cerca a mí. Y estaba listo para deshacerse de él,  pero no tuvo la oportunidad porque el hombre ya no estaba allí para cuando Vic llego. Era de hecho extraño que Vic sintiera de esa manera porque él es muy amigable y normalmente él hubiera saludado a un extraño si es que era una situación normal, pero él sintió que no lo era.

Al principio, sinceramente, yo pensé que Vic estaba exagerando y que quizás estaba un poco celoso y realmente pensé que no había peligro involucrado. Pero después de pensarlo, me di cuenta de que era realmente sospechoso que este hombre desapareciera tan pronto como supo que mi esposo venia. Y pensé que si sus intenciones eran buenas, se hubiera quedado y hubiera saludado a mi esposo como otra gente lo hubiera hecho. Los americanos en general, son muy amistosos y si te pueden ayudar en la calle de alguna manera, lo hacen.

Ahora, mirando hacia atrás, tengo una perspectiva más profunda acerca de esto. Primeramente, recuerdo que cuando salí de Lima, solo teníamos un solo centro comercial grande y era casi nuevo, el Jockey Plaza. Así que estar en una tienda grande en Lima significaba quizás una tienda de departamentos como Sears que cambio su nombre a Saga cuando Sears se fue. Y el ambiente es totalmente diferente al que hay en un centro comercial en los Estados Unidos. Tú no estás solo allí, aún si vas solo porque no es tan grande como un centro comercial es aquí. Y siempre hay otra gente que va a comprar alrededor tuyo aparte de los vendedores. Así que de hecho ésa era la primera vez en que yo era confrontada con una situación como esa y nunca se me ocurrió que había un peligro potencial allí. Ahora, después de que he vivido aquí por años, se que los centros comerciales son uno de los lugares en donde gente malvada busca a la próxima víctima de cualquier crimen que estén planeando cometer. Ya sea robo o secuestro de un menor o tráfico de drogas, estas cosas pueden ocurrir en un centro comercial regular en Estados Unidos. Por favor no te asustes. Crímenes ocurren en todo lugar y en cualquier lugar del mundo, dentro de tiendas o afuera en las calles y eso no significa que ocurrirán todo el tiempo y que debemos conseguirnos un buen seguro para la puerta y quedarnos en casa ¡por el resto de nuestras vidas! No, los centros comerciales son en general, bastante seguros, tiene guardias que trabajan para ellos que patrullan el edificio y el área de parqueo. También, debido a que hay una gran cantidad de gente que va a los centros comerciales, eso ayuda también ya que de alguna manera se cuidan unos a otros. Pero es bueno tener los ojos bien abiertos y ser razonablemente cuidadoso porque, desafortunadamente, no todos tienen buenas intenciones. Ésa fue mi lección esa noche.

En mi próxima publicación estaré compartiéndote como finalmente encontramos nuestro departamento y nos mudamos. Allí fue donde una nueva fase de la historia comenzó.



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