Hola, gracias por venir a leer mi blog. Quiero compartir contigo mi historia desde cuando vine a vivir a los Estados Unidos con una discapacidad fisica y como Dios ha sido mi Fortaleza a travez de todo lo que he pasado. El ha sido fiel. Espero que las lecciones que he aprendido en mi camino te inspiren y ayuden a vivir “Dia tras Dia” en tu camino.

19 de julio de 2010

¡Emergencia!

Cuando todavía estaba en Lima, solía tener algunos problemas de índole femenino. De vez en cuando tenía hemorragias y una vez mi doctor tuvo que operarme para poder ayudarme. El nunca encontró la razón real de estos sucesos y mayormente atribuyó el problema al estrés causando un desequilibrio hormonal. Después de cuatro meses de estar en Nueva York,  justo cuando estaba empezando un trabajo de recepcionista de medio tiempo, tuve una hemorragia terrible que duro de ¡3 o 4 horas! Yo estaba sola en el departamento y Vic estaba en la oficina. Recuerdo que había tomado más de una taza de té de orégano, yo solía tomarlo en Lima para dolores abdominales, pero no me di cuenta en ese momento que esos tés estaban empeorando la situación porque ellos causan que más sangre sea liberada para aliviar los dolores abdominales. Yo llamé a Vic a la oficina y le dije lo que pasaba y él me dijo que debería llamar a la enfermera de nuestra compañía de seguros ya que ellos tenían una enfermera que proveía consejos médicos por teléfono, y que lo llamara de nuevo para saber si era necesario que saliera de la oficina inmediatamente para venir a ayudarme. Llame a la enfermera, para entonces ya estaba casi desmayada. Después de que le expliqué todo, ella me dijo que lo mejor seria que llame a 911 para que ellos me lleven a Emergencia en el hospital.

Así que llame al 911 y ellos enviaron a los paramédicos ¡en 4 minutos! Llamé a Vic y todos se encontraron en mi puerta. Cuando estaba esperando por los paramédicos, decidí abrir el seguro de la puerta en caso de que me desmayara antes de que ellos llegaran, ya me sentía muy mareada y pensé que eso podía suceder. Los primeros en llegar fueron los policías, tocaron la puerta y yo sólo grité desde adentro para que entraran. Así lo hicieron y después de unos minutos de hacerme preguntas me pusieron una máscara de oxigeno, entonces los paramédicos llegaron y Vic detrás de ellos. El oxígeno evitó que me desmayara, ellos tomaron mis signos vitales mientras seguían haciendo preguntas y después me pusieron en una camilla.  Lo gracioso fue que le hicieron a Vic una pregunta relacionada al seguro medico que teníamos y necesitaban la tarjeta de identificación del seguro y en ese momento Vic ni siquiera sabía dónde estaba, supongo que los nervios no lo dejaban pensar, así que yo era la que tenía la máscara de oxígeno y todo y yo tenía que decirle a Vic donde estaba le tarjeta de identificación y la información necesaria. Eso nos hizo reír a todos en ese momento. Entonces me llevaron a la ambulancia. La policía y los paramédicos fueron muy buenos conmigo, me hicieron reír y me ayudaron a mantener la calma a través de todo el asunto. Fuimos al Hospital de Valhalla a Emergencia. Eran como las 4:00 p.m. El doctor en turno era una Ginecóloga en residencia y ella no sabía que estaba causando este problema y estaba preocupada por la pérdida de sangre. Ella llamó al doctor encargado de Ginecología a su casa. Estuve allí horas esperando al especialista que llegara a verme. Ellos dijeron que había perdido cantidad de sangre y continuaba perdiéndola sólo no tan abundantemente. Ellos no me podían dar ninguna medicina para detener esto porque no sabían qué lo estaba causando. El especialista finalmente llegó y tomaron una ecografía. Parece que era bien difícil ver cualquier cosa en la imagen de la  ecografía, la residente no podía ver nada, el especialista si pudo. Fue como un milagro. El especialista vio un pólipo que era lo que estaba causando la pérdida de sangre. El dijo que tenía que operarme de emergencia para sacarlo y que dependiendo de lo que encontrara probablemente tendría que sacar todos los órganos femeninos. Me pidió que firme un formulario dándole permiso de hacerlo si se daba el caso, yo lo firmé.

Eran como las 9:30 p.m. y ellos programaron la operación para las 11:00 p.m. dada la urgencia de mi caso. Otros casos tomaron precedencia así que oficialmente no entré a mi operación hasta un poco después de la medianoche. Mientras esperábamos en el pasillo, Vic y yo oramos juntos acerca de la operación y la posibilidad de que tuvieran que sacar mis órganos reproductivos. No era el tener hijos lo que nos preocupaba ya que habíamos decidido no tenerlos aun desde antes de casarnos. Pero ninguno de los dos queríamos que yo perdiera ningún órgano. Sabemos que cada órgano tiene una función y los órganos trabajan bien unos con otros así que siempre es mejor mantenerlos todos juntos si es posible. Oramos entregándole el control a Dios, pidiéndole que si era lo mejor para mí que conservara mis órganos que El no permitiera que me los sacaran y si era lo contrario, que El permitiera que suceda. De una ú otra manera, oramos para que El le diera Su sabiduría al doctor para que tome la mejor decisión para mí. El tiempo llegó, yo entré y Vic se quedó en la sala de espera el solo hasta las 3:30 a.m. cuando le vinieron a decir que yo estaba bien, que estaba en la sala de recuperación y que luego me llevarían arriba a un cuarto y que él debía irse a la casa a descansar.

No le permitieron quedarse a esperarme en el cuarto al que me estarían llevando, lo cual fue causa de desilusión y estrés para mí cuando desperté mientras me transportaban al cuarto y el no estaba allí. No era su culpa, solo regulaciones del hospital pero en todas las cirugías que he tenido, siempre tuve alguien de mi familia esperándome cuando despertaba. Fue ese momento que sentí que estaba triste y algo asustada. Después me dormí.

Estuve en el hospital una semana, Vic tenía que trabajar pero venia a almorzar conmigo todos los días y después del trabajo también. Todo estaba bien. Ellos no sacaron nada excepto el pólipo que encontraron. Yo estaba muy débil por toda la sangre que había perdido y anémica. Aparte de esto, estaba bien. Solo necesitaba aumentar mi cantidad de glóbulos en la sangre así que me daban pastillas de hierro.

Mi historia de recuperación continúa la próxima vez…